Cuando la Iglesia solo es noticia por cuestiones negativas y a los creyentes les cuesta, cada vez más, mostrar públicamente su fe, la Conferencia Episcopal Española (CEE) apuesta en su campaña por el Día de la Iglesia Diocesana 2023 por mostrar lo que la Iglesia es y hace, «convencidos de que Cristo y el Evangelio hacen de este mundo un lugar mejor».
Con el lema Orgullosos de nuestra fe, el objetivo va más allá de sensibilizar a los fieles sobre la necesidad de sostener económicamente su parroquia, sino también sobre la importancia de las cualidades, el tiempo y la oración de cada uno. Es todo esto lo que permite que la Iglesia, por ejemplo, dedique más de 40 millones de horas a los demás cada año a través de las 22.000 parroquias.
«Si uno asocia a una realidad a algo oscuro, es difícil que se sienta identificado y que quiera colaborar con ella. Por eso queremos mostrar lo que la Iglesia es y hace. Así, en un contexto en el que no es fácil reconocerse como cristiano, es bueno levantar la cabeza, sin ningún afán de superioridad», ha explicado José María Albalad, director del Secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia, en un encuentro con los medios de comunicación.
Para el obispo de Bilbao y responsable del citado secretariado, Joseba Segura, ha recalcado, al hilo del lema elegido, que todos «estamos orgullosos de algo» y que las convicciones creyentes «pueden ser un motivo para estar orgulloso». En este sentido, ha añadido que esta puede ser una oportunidad para que los católicos se presenten más explícitamente, siempre con respeto para las otras creencias y para los que no las tienen.
La campaña también incide en la necesidad de la corresponsabilidad, una línea que la CEE viene trabajando en los últimos tiempos, que se puede concretar en cuatro alternativas de colaboración: la oración, el alma de cualquier actividad; el tiempo, ajustado a la situación de vida; las cualidades y el apoyo económico.
Difusión
En este sentido, desde el Secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia se han preparado una serie de materiales —destacan los vídeos en los que participan dos sacerdotes y una religiosa reales, pero también se han elaborado carteles y cuñas de radio— que pretende tocar el corazón de los creyentes y de aquellos que por distintos motivos se han alejado de la práctica religiosa.
También se ha editado la revista Nuestra Iglesia, con una edición por cada diócesis, con un saludo del obispo y la respuesta a dos preguntas sobre la actividad en ese territorio concreto: ¿qué hacemos? y ¿cómo lo hacemos?. Esto es, los datos de la actividad celebrativa, pastoral, evangelizadora, educativa y cultural y las cuentas de la Iglesia local, respectivamente.