El plan está orientado a evitar que estos casos se vuelvan a producir y plantea una reparación integral y adecuada a cada víctima de forma particular
No va todo lo rápido que gustaría a los obispos, pero el plan de reparación integral de víctimas de abusos sigue avanzando. La gravedad de la cuestión exige que sean todos los obispos los que aborden esta cuestión y se reúnen dos veces al año en Asamblea Plenaria. Así, en la que termina este viernes se ha dado un nuevo paso: la aprobación de los principios informadores del plan de reparación.
De este documento, según ha informado el secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), César García Magán, en rueda de prensa emanarán las normas generales que se aplicarán en los casos de reparación.
Este nuevo plan ha sido presentado por el Servicio de coordinación y asesoramiento de las oficinas para la protección de menores. Según ha explicado, en la Comisión Permanente de enero se incorporaron observaciones de los obispos y las ideas recogidas en el Mensaje al Pueblo de Dios y ahora se han incluido las indicaciones del Consejo Episcopal para Asuntos Jurídicos y del órgano de compliance de la Conferencia Episcopal.
Tal y como ha explicado García Magán, los obispos han conocido, además, el trabajo realizado por las oficinas de protección durante el 2023. Estas recogieron el testimonio de 155 personas que habían padecido abusos desde los años 40.
Además, ofrecieron formación para la prevención a 250.000 personas. Entre ellas, 180.000 niños y adolescentes, 30.000 profesores, 22.000 padres y madres, 8.000 sacerdotes y consagrados y 8.200 monitores. También han sido formados más de la mitad de los seminaristas españoles.