El obispo promotor del Apostolado del Mar Stella Maris, Luis Quinteiro Fuiza, firma un comunicado de condolencias hecho público la Conferencia Episcopal
La Conferencia Episcopal Española ha querido manifestar sus condolencias «y todo el afecto a los familiares de las víctimas» provocadas por el naufragio del buque pesquero Argos Georgia cerca de las Islas Malvinas, tras haber solicitado asistencia a última hora de la noche del pasado lunes.
Por el momento, se ha podido confirmar el fallecimiento de nueve de los 27 tripulantes de la embarcación —diez españoles, ocho rusos, dos uruguayos, dos peruanos y cinco indonesios—, dos de ellos procedentes de Galicia. Cinco marinos permanecen todavía desaparecidos, de los cuales dos son españoles. Catorce pescadores han sido rescatados con vida.
El obispo promotor del Apostolado del Mar Stella Maris, monseñor Luis Quinteiro, firma un comunicado que ha hecho público la Conferencia Episcopal en el que asegura que «rezamos para que todavía pueda encontrarse algún superviviente» y «encomendamos a la Virgen del Carmen las almas de los fallecidos».
Ante este «nuevo drama en el mar», según lo describe el también obispo emérito de Tui-Vigo, quedan de nuevo «una serie de familias destrozadas». En este sentido, monseñor Quinteiro ha querido recordar que «hace unos días, celebrábamos la fiesta de la patrona de la gente del mar, la Virgen del Carmen, bajo el lema: Cuidad de los mares; cuidad de sus gentes. Y, lamentablemente, hoy debemos preguntarnos: ¿Se cuidó suficientemente de los tripulantes del barco naufragado?».
Pese a que reconoce que «es evidente que la mar es muchas veces imprevisible y que los barcos cada vez van mejor equipados», cuando ocurren estos terribles accidentes «hay que pedir el máximo rigor a la hora de investigar lo acaecido y ver si realmente se cuidaron todos los detalles concernientes a la seguridad del barco y la tripulación».
