Querido amigo: Estamos disfrutando estos días de la alegría de la Pascua y de la presencia de Jesús resucitado. Él no puede vernos con miedo, no puede vernos tristes, no puede vernos preocupados pensando que Él no está con nosotros, y nos quiere manifestar que, aunque con otra presencia, nunca nos deja; que siempre está a nuestro lado. Hoy, en este encuentro vamos a volverle a ver cómo se aparece a los discípulos, cómo les tranquiliza y cómo les envía y les da fuerza para llevar su presencia y su mensaje de que Él vive y de que Él está siempre con nosotros. Escuchemos con atención lo que nos dice el texto de Lucas 24,35-48: