Yolanda Muñoz, presidenta de Cursillos de Cristiandad en Córdoba, afirma que es la identidad propia de la Iglesia
Yolanda Muñoz, de Cursillos de Cristiandad, y Cristian Camus, del proyecto Parroquias Evangelizadoras en España, participarán este fin de semana en el Encuentro de Laicos sobre el Primer Anuncio. Comparte implicación en esta tarea de la Iglesia que toma nuevo vigor aunque, según reconocen ambos en entrevista con ECCLESIA, es algo tan antiguo como la Iglesia.
Es el mandato de Jesús —«Id al mundo entero y proclamad el Evangelio»—, dice Muñoz. «Es volver a la identidad propia de la Iglesia, que es evangelizar. Esa es su misión y para esto existe», añade Camus, que dice que el primer anuncio es hasta hace poco «el eslabón perdido».
«Nos jugamos en el primer anuncio el ser de la Iglesia», apostilla la presidenta de Cursillos de Cristiandad en Córdoba. Además, cree que es lo que necesita la sociedad de hoy, «muy dañada», pues necesita cura y la cura «viene de una persona, de Jesucristo». «El mundo necesita el primer anuncio, necesita Jesucristo».
¿Y esto como se hace? Una de las claves, detalla Muñoz, son los testigos: las personas que se han encontrado con Dios y que, en respuesta a esa experiencia, comunica a los demás lo que ha vivido. Y tienen que ser testigos con urgencia evangelizadora.
También es muy importante, continúa, la oración: «La oración es el mejor tiempo ganado en el primer anuncio. O sale de la oración, o pierde la frescura y la verdad». Y, por último, el sentido de comunidad. En su opinión, no se puede ir como francotiradores, sino como testigos respaldados por el Espíritu Santo y la Iglesia.
Con todo, subraya que en la tarea de comunicar la experiencia de Dios a los demás es muy importante el diálogo y, para ello, hay que escuchar y conocer al hombre de hoy.
Parroquias evangelizadoras
Precisamente, el análisis de la realidad y de la escucha es fundamental para las parroquias que quieran ser evangelizadoras. Así al menos lo han visto en el estudio del proyecto Parroquias Evangelizadoras en España liderado, entre otros, por Cristian Camus.
Tras conocer la realidad y atender a las necesidades que la circundan, la parroquia evangelizadora se caracteriza por ofrecer procesos que recorren toda la vida de la persona que se acerca y no solo catequesis para los sacramentos. La clave es el discipulado, dice, y el acompañamiento.
«Es un cambio de forma, el contenido no se modifica. Hay que cambiar la forma en la que evangelizamos, porque estamos en una nueva época y hay un modo nuevo de ser cristiano. Se ha acabado la cristiandad», explica.
En concreto, Camus subraya la necesidad de que las parroquias encuentren un sitio en la cultura, que vuelvan a hacer cultura. Y pone el ejemplo de la religiosidad popular, muy arraigada todavía en España, pero en la que no hay un primer anuncio o evangelización. «Nos quedamos en la mera tradición», concluye.
En cualquier caso, este proceso de transformación de las parroquias y comunidades es largo, entre ocho y diez años. «Es un cambio cultural, una nueva forma de ser Iglesia», concluye.
