El pasado sábado, el papa Francisco animó a los directores de OMP a poner la creatividad al servicio de la misión de la Iglesia, con comunión y tenacidad
Obras Misionales Pontificias —OMP— lanza la App Supergesto, una aplicación para que «la misión esté siempre presente en los dispositivos móviles» de todas aquellas personas que así lo deseen. «Elaborada por jóvenes para jóvenes», explican desde la entidad de Iglesia, el programa —heredero de la tradicional revista en papel de quien recibe el nombre— está articulado en torno a tres grandes secciones: una, de actualidad para leer noticias, recomendaciones culturales, firmas invitadas…
La segunda, de contenido audiovisual: todos los programas de Misioneros por el Mundo, tertulias quincenales, entrevistas, testimonios de jóvenes… Y por último, una sección de pódcast que acercan en formato breve y ameno historias de misioneros, anécdotas y también píldoras de formación. En su vídeo promocional, los influencers Carlota Valenzuela (@finisterrejerusalen) y Carlos Taracena (@carlos_taracena) animan a los jóvenes a no ser misioneros «solamente en verano o cuando se van», sino que «cada vez que enciendan el móvil recuerden que son enviados».
Se trata de un paso más en la estrategia digital de esta publicación, que ya había pasado de formato papel a web y redes sociales, con el objetivo de llevar a los jóvenes «a tener experiencia real de misión». «Queremos que den un paso más. Que no se queden en el sofá con el móvil», explica Pablo de Mergelina, director del proyecto. Por ello, la aplicación —disponible de manera gratuita en las plataformas habituales Apple Store y Google Play— cuenta con una sección en la que los jóvenes podrán conocer los grupos misioneros que hay en sus diócesis, para pasar de la vida digital a la real.
La dirección de Supergesto cambiará pronto, pues Pablo se marchará próximamente de misión a Tanzania, y será sustituido por Carlos de Arteaga, de 23 años. En su opinión, «hay un montón de jóvenes que no se han planteado en su vida, que se pueden ir a la misión, y a lo mejor el Señor les está llamando». «Sería muy bonito —prosigue— que a través de este proyecto puedan llegar». Para ello, es fundamental adaptarse y hablarles en su lenguaje: «A lo mejor un contenido denso no llega, pero pequeñas píldoras, mensajes que despierten el interés, pueden hacer que quieran saber más», concluye.
El pasado sábado, el papa Francisco recibió en audiencia a los directores de OMP en todo el mundo, y les animó a llevar adelante la misión de la Iglesia con comunión, creatividad y tenacidad. «¡No nos dejemos robar nuestra libertad creativa misionera!», les espetó, en una arenga cuyos ecos inundan este proyecto de Supergesto.