El Papa se ha dirigido a los participantes en la Conferencia Internacional sobre Deporte y Espiritualidad, que se celebra en Roma hasta el 18 de mayo
«Es importante que la Iglesia reflexione sobre el deporte y lo valore adecuadamente en su acción evangelizadora». Con estas palabras, Francisco ha saludado a los participantes en la Conferencia Internacional sobre Deporte y Espiritualidad, que se celebra estos días en Roma.
A través de un mensaje, el Pontífice considera necesaria una pastoral del deporte y de la educación en los valores genuinos de la competición, purificados de egoísmos e intereses meramente materiales.
En este sentido, ha recordado que son varios los pronunciamientos de los Papas que han enriquecido la reflexión de la Iglesia sobre el deporte, «situándolo en su horizonte humano, advirtiendo contra los riesgos de deshumanización y corrupción, y promoviéndolo como lugar privilegiado de encuentro entre las personas y de fraternidad entre los pueblos».
Finalmente, Francisco ha dado una última indicación a los congresistas: «En el deporte, a todos los niveles, nunca debe perderse el espíritu amateur, que preserva su autenticidad. Y este estilo está estrechamente ligado a la calidad de la vida espiritual de quienes componen el entorno deportivo: dirigentes, entrenadores, técnicos y deportistas. En este sentido, subrayo la gran responsabilidad educativa de los adultos: su conciencia, formada en valores humanos, es decisiva para dar vida a ambientes deportivos sanos y formativos, impidiendo toda actitud deseducadora y toda forma de abuso, especialmente en perjuicio de los menores y de los más vulnerables».
