Ha vuelto a pedir la paz para Tierra Santa y que nadie cuestione el statu quo de los Santos Lugares
El papa Francisco ha advertido este domingo, en la reflexión antes del rezo del ángelus, sobre el excesivo ritualismo, que lleva a descuidar la caridad y a justificar actitudes contrarias a esta que «hieren el alma y cierran el corazón».
«La pureza no está ligada a ritos extorno, sino ante actitudes interiores. Para ser puro, por tanto, de nada sirve lavarse las manos varias veces, si luego se albergan dentro del corazón malos sentimientos como la avaricia, la envidia o la soberbia, o malas intenciones como el engaño, el robo, la traición y la calumnia», ha afirmado al reflexionar sobre el Evangelio del día.
Según Francisco, no se puede salir de la Misa y detenerse «con habladurías malvadas y sin misericordia sobre todo y todos» o mostrarse piadosos en la oración y luego tratar a los miembros de la propia familia con frialdad y desapego o descuidar a los padres ancianos.
«Esto es una doble vida, que no se puede tener. Y esto es lo que hacían los fariseos. Pureza externa sin las buenas actitudes, actitudes misericordiosas con los demás», ha subrayado el Pontífice.
Si uno actúa de esta forma, ha continuado, la relación con Dios se reduce a gestos externos y en el interior se permanece «impermeables a la acción purificadora de su gracia». «Nosotros estamos hechos para otra cosa. Estamos hechos para la pureza de vida, para la ternura, para el amor», ha concluido.
Oración por Burkina Faso, Brasil, Palestina, Israel y Ucrania
Tras la oración mariana, Francisco ha recordado a los que sufren especialmente en estas últimas semanas. A todas las personas que fallecieron hace unos días en Burkina Faso tras un atentado terrorista: «Al condenar estos execrables atentados contra la vida humana, expreso mi cercanía a toda la nación y mi más sentido pésame a las familias de las víctimas. Que la Virgen María ayude al querido pueblo de Burkina Faso a volver a encontrar la paz y la seguridad».
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Del mismo modo, ha rezado por las víctimas del accidente en el Santuario de Nossa Senhora da Conceicão, en Brasil, por el «atormentado pueblo ucraniano, duramente golpeado por los ataques contra sus infraestructuras energéticas».
Finalmente, ha recordado con preocupación el conflicto en Palestina e Israel: «Hago un llamamiento para que cese inmediatamente el fuego, para que se libere a los rehenes, para que se socorra a la población de Gaza. ¡Que haya paz en Tierra Santa, que haya paz en Jerusalén. Que la Ciudad Santa sea un lugar de encuentro en el que cristianos, judíos y musulmanes se sientan respetados y acogidos, y que nadie cuestione el statu quo en sus respectivos Lugares Santos.»
«Recen por los frutos de mi viaje a Asia y Oceanía»
Antes de retirarse, el Papa ha señalado que este domingo se celebra la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación y ha pedido que todos «asuman un compromiso concreto con nuestra casa común». «El clamor de la Tierra herida es cada vez más alarmante y exige una acción decidida y urgente», ha añadido.
También ha comentado que este lunes inicia un nuevo viaje apostólico a Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur. «Por favor, recen por los frutos de este viaje», ha terminado.
