Se lo entregó Florencio Roselló, arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela y excapellán de esta prisión, durante una audiencia la pasada semana
Florencio Roselló, arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, ha vuelto a poner en las manos del papa Francisco una obra de los internos de las cárceles españolas. Esta vez, ha sido la maqueta de un papamóvil, hecho con material reciclado por un interno de la cárcel de Castellón, donde el religioso mercedario era capellán hasta su nombramiento episcopal.
Roselló, que recibe este martes, en la fiesta de la Virgen de la Merced, la Medalla de Plata al Mérito Social Penitenciario, se encontró con el Pontífice la semana pasada tras participar en la formación que el Vaticano imparte para los obispos ordenados en el último año. Al vehículo no le falta detalla, pues incluso incorpora dos banderitas: una de España y otra del Vaticano.
Pero, como decíamos al principio, el ahora arzobispo lo ha vuelto a hacer, porque no es la primera vez que lleva creaciones de los presos a Francisco. En una de las ocasiones, delegó en Eva Fernández, corresponsal de COPE, que durante el viaje a Marruecos le entregó una botella con un barquito dentro. En otro momento, él mismo le entregó una moto, mientras que en 2022 la obra fue una barquita hecha a partir de una lata de sardinas.