Católicos y científicos: Casas Torres, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC
Falleció con 93 años de edad Jose Manuel Casas Torres (1916-2010). En él se encontraron dos realidades que el laicismo ha declarado incompatibles: razón y fé, o ciencia y religión. Este científico es también un torpedo a la línea de flotación de esa rama del lacismo que es el danbraunismo, porque era miembro del Opus Dei. Precisamente a él también perteneció el que probablemente deba ser considerado farmacéutico español más importante del siglo XX, Jose Mª Albareda, cofundador con el propagandista Ibáñez-Martín de la institución científica más grande y longeva de la historia española, donde Casas Torres trabajó: el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (C.S.I.C.).
Hasta no hace mucho se ha creído que la relación entre Iglesia Católica y ciencia era cosa del pasado, si es que en algún momento había existido. Pero lo cierto es que los judíos, que son menos del 1% de la población mundial, acaparan el 30% de los Premio Nobel; los musulmanes, que son el 30% de la población mundial no llegan al 1% de los galardonados con tan insigne distinción, y que la mayor parte del resto son cristianos, practicantes o no, pero pertenecientes a lo que hoy conocemos como Occidente, donde la Iglesia Católica y el cristianismo han cimentado la ciencia.
A la base del desarrollo científico tecnológico encontramos la presencia de la Iglesia católica de múltiples modos. La transmisión de los saberes clásicos, la inculturación en ellos de los conocimientos árabes, el posterior desarrollo de las universidades, los más grandes genios de la astronomía universal (Copérnico, Galileo…), todo ello tuvo relación directa con la fe católica.
Casa Torres es considerado como impulsor de la geografía española e impulsor de la nueva cartografía. Dedicó toda su vida a la docencia y la investigación. Dirigió el Instituto de Geografía Aplicada del C.S.I.C. No es el único caso de geógrafo famoso y católico, acompañando en este grupo al conocidísimo Manuel de Terán, integrante activo de las Conversaciones de Gredos. Casas Torres trabajó entre 1965 y 1983 en la Universidad Complutense de Madrid, fundada por el Cardenal Cisneros, y fue en ella catedrático al igual que en Zaragoza. Fue pionero en la señalización de la región como espacio entre Estado y provincia. Casas Torres era en la actualidad el miembro más antiguo del Opus Dei, creador de la primera universidad privada de España.