Católicos y científicos: María de Maeztu, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC
María de Maeztu (Vitoria, 1881 – Mar del Plata, Argentina, 1948) es un auténtico mito intelectual feminista. Es como un emblema de la mujer emancipada, algo que sin duda fue, además con mucha dedicación, talento y esfuerzo. Los estudios sobre ella así lo han transmitido.
Casi todo en ella, en María de Maeztu, se considera en cierto modo modélico. Casi todo menos sus manifestaciones a favor de la fe católica tras ser asesinado su hermano Ramiro de Maeztu por los demócratas del Frente Popular a consecuencia de increparles por estar buscando a un cura para matarlo. Este asesinato, y otros, fue lo que le hizo exiliarse desde la España Republicana, como a Severo Ochoa, Ortega y Gasset, Gregorio Marañón, toda la Escuela de Filosofia de Madrid, los fundadores del CSIC –Ibáñez Martin y Albareda- que cumple ahora 75 años.
María de Maeztu se licenció en Magisterio y en Filosofía y Letras, doctorándose en 1936. En 1915 fundó la Residencia de Señoritas, que dirigió, siendo propuesta por la Junta de Ampliación de Estudios y nombrada por Alfonso XIII.
En 1926 fundó el Lyceum club, germen del feminismo español. El “Smith College” la invistió doctora Honoris causa. En 1927 Primo de Rivera la eligió, junto con otras 12 mujeres, para que se incorporase a la Asamblea Nacional, en concreto a la sección dedicada a la educación. En 1928 fundó el Instituto Escuela.
En 1932 llegó a ser Profesora de la F. de Filosofía y Letras de Madrid. Pero en 1936 asesinaron a su hermano Ramiro de Maeztu y se exilió a Argentina. En 1937 sufrió depuración republicana y fue suspendida de empleo y sueldo. Sus manifestaciones favorables a la Iglesia Católica y contrarias a la II República realizadas en 1940, han sido interpretadas como un trastorno mental desde ciertos sectores historiográficos, pero la cosa esta lejos de ser verdad.
En su obra “Historia de la cultura europea” dejó escritas cosas tales como: “ Sólo la vuelta a la concepción cristiana de las clases puede permitir la coexistencia entre ellas…el origen del mal se remonta a la filosofía medieval nominalista, al final de la Edad Media. Se separó la fe de la razón…Corresponde a la clase burguesa una misión altísima: tiene que servir de enlace, de coordinación entre las otras dos clases. Pero eso no lo conseguirá si no se hace cristiana, católica…Ha surgido el agnosticismo.
El hombre ha dejado de creer primero en Dios, luego en sí mismo, después en todo lo creado…Y así la interpretación económica de la historia está cediendo el puesto al viejo imperativo de Sed perfectos como nuestro Padre celestial que nos ordena la realización en la Tierra de todos los valores, de todos, y no sólo de los económicos”.
Pero ella pensaba así siempre, desde bien jovencita. En un interesante estudio de Mercedes Montero escribe la autora refiriéndose a la vida en la Residencia de Señoritas: “María de Maeztu era católica y consta que la mayor parte de las estudiantes acudía a misa los domingos. El testimonio nos ha llegado a través de Matilde Landa Vaz…En 1923 se instaló en la Residencia de Señoritas y quedó escandalizada por la religiosidad de María de Maeztu y de las chicas que allí vivían, de las que dice que, salvando a un pequeño grupo, todas iban a misa.
En carta a una de sus hermanas, de 31 de octubre de 1923, María de Maeztu afirma, “Lo más desagradable que tiene la Resi es ese falso clericalismo que han metido aquí; quitando 5 chicas, todas las demás van a misa, comulgan, etc…, con la directora a la cabeza. ¡El Sr. Cossío se quedó asombrado cuando le conté que María de Maeztu iba a misa!”. Más que recomendable para profundizar en el tema es el libro de la misma autora titulado “La conquista del espacio público. Mujeres españolas en la universidad (1910-1936)”. Creer que liberalismo y catolicismo fueron y son antagónicos, es igual de erróneo que pensar que fe y razón se contradicen.