La Comisión Gestora manifiesta, además, su preocupación por el estado de salud y el cuidado de las cinco hermanas mayores que permanecen en el monasterio
El comisario pontificio y arzobispo de Burgos, Mario Iceta, ha interpuesto una demanda para que las nueve exclarisas de Belorado, que se apartaron voluntariamente de la Iglesia católica, abandonen el monasterio.
«Después de un período prudencial de espera, comprobado que no ha
habido ningún intento de reconsideración por parte de las exreligiosas,
los servicios jurídicos han interpuesto la demanda correspondiente ante el Juzgado de Briviesca», recoge una nota difundida esta tarde por la archidiócesis de Burgos.
El comunicado recuerda que tras la declaración de excomunión y expulsión de la vida consagrada de las diez hermanas, dichas religiosas «carecen de título legal para habitar los inmuebles pertenecientes a los monasterios que ocupaban».
Al margen de esta cuestión, la Comisión Gestora manifiesta su preocupación por el estado de salud y el cuidado de las cinco hermanas mayores, que conforman la comunidad monástica, «y que está preparada para atender cuando antes a todas las necesidades que precisen, con la colaboración de la Federación de Clarisas Nuestra Señora de Aránzazu y de sus familiares».
El propio Iceta ya mostró su inquietud por la situación de las consagradas mayores en una entrevista con ECCLESIA. «Si una de las monjas mayores falleciese sin sacramentos, ¿quién se hace responsable?», afirmó a finales de julio.
Con todo, cierra el comunicado, «la Iglesia vuelve a manifestar su disposición a ayudar en el camino de retorno a la comunión eclesial, donde serían acogidas con delicadeza y misericordia, a imagen de la parábola del hijo pródigo».