Tras su primer curso como arzobispo de Madrid, aconseja aprovechar el verano para «rezar todo lo que ha sucedido y actuado Dios en este año» y «proyectarlo al futuro»
Vacaciones es sinónimo de descanso, y el descanso, de tiempo. Un tiempo, eso sí, valioso: nunca es el momento de perderlo, aunque lo gestionemos de diferentes formas según las circunstancias. En ese sentido, el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, ha arrancado este mes de agosto pidiendo, en palabras recogidas por la web de la Archidiócesis de Madrid, que «sepamos leer el paso de Dios en estos momentos de descanso y lo proyectemos para el futuro».
Para el cardenal, las vacaciones llegan, además, tras su «primer año de aterrizaje profundo dentro de la diócesis de Madrid, un año que agradezco». Aprovechando el receso veraniego, y como ya hizo en la carta tras finalizar el año pastoral, ha querido recordar «a toda la gente que ha hecho el esfuerzo de hacer un nuevo comienzo: es lo que emprendimos desde el primer día y lo que hemos ido haciendo. Ha sido un año intenso, de diálogo con mucha gente y de emprendimiento también de comisiones y grupos nuevos que están empezando a trabajar para el futuro de la diócesis».
Porque la reflexión no es sino palanca para el futuro. Este ha sido, insiste el cardenal José Calvo en que este ha sido un año en el que «hemos puesto mucha gente a pensar, a soñar y a ir preparando lo que queremos en el futuro. Por eso, ahora que ya llega el verano y os vais, unos y otros, a la playa o a la montaña, o simplemente os quedáis aquí, sí es un buen momento para pausar un poco y para rezar todo lo que ha sucedido y actuado Dios en este año».
Ahí está la clave para la reflexión proactiva, la orientación hacia el verdadero curso de la Historia: «Creo que ha sido un año donde Dios ha pasado a través nuestro, a través de la gente y de todo lo que ha ocurrido, de lo bueno y de lo menos bueno. Dios ha pasado y creo que el verano es buen momento para pausar y esperar a leerlo; ¿Qué es lo que ha hecho Dios aquí y por dónde nos pide que caminemos el año que viene?»
Si no hay vacaciones, al menos «ir más lento»
Para los que no tengan la posibilidad de tomarse unas vacaciones, el cardenal aconseja que al menos un «tiempo de ir más lento, un momento en el que podemos repensar, saborear, rezar un poco más y también proyectar lo que será el año que viene».
Este, como recuerda Santiago Tedeschi Prades en la web de Archidiócesis de Madrid, comenzará con la Jornada de Oración por la Creación y con, en palabras del arzobispo, un «pistoletazo de salida que vamos a hacer juntos, en todos los lugares de la diócesis: una Semana de la Palabra donde escuchemos a Jesucristo como Palabra y nos pongamos delante de ella para, también juntos, comenzar y a partir de allí todo lo que venga y que el Señor nos mande».
En definitiva, el cardenal insiste que en el tiempo de descanso que disfrutamos, «es muy necesario». En él descubriremos a Dios porque «seguro que tiene algo que decir. Y si no es así, porque pilla a algunos en el trabajo, pues también vamos a rezar por ellos y por los que sostienen y mantienen todos estos días la ciudad y tantos trabajos duros que en estos días también se desarrollan».
