Millones de peregrinos, muchos de ellos no cristianos, celebran en un santuario de la India una aparición de la Virgen. El prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe matiza en una carta que no estamos ante un caso de sincretismo, sino de «los numerosos frutos espirituales» que «dan testimonio de la acción constante del Espíritu Santo en este lugar».
El mundo no es lo suficientemente grande como para escapar del amor de Nuestra Señora. En un lugar que a los occidentales nos puede sonar tan lejano como Vailankanni, en la India, millones de peregrinos acuden con fe al Santuario de Nuestra Señora de la Salud.
Según una antigua tradición, la Virgen María se apareció por primera vez en el siglo XVI en esta localidad del estado indio de Tamil Nadu. Lo hizo para pedirle a un joven que vendía leche que se la ofreciera para el Niño que llevaba en brazos. El joven aceptó y, cuando llegó a casa del cliente al que iba a visitar, vio con asombro que la leche donada seguía en su recipiente.
Para conmemorar la aparición, en septiembre se celebra una fiesta a la que acude una multitud de peregrinos. Con ese motivo, el prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el cardenal Víctor Manuel Fernández, ha enviado a monseñor Sagayaraj Thamburaj, obispo de Tanjore,, una carta recogida por Vatican News.
En ella, el cardenal explica el fondo de la aparición mariana: «Así se expresa la generosidad de quien está dispuesto a dar algo a los demás, desde su propia pobreza. No hace falta tener mucho para ser generoso. Que está llamada a compartir, a ayudar, a estar cerca de los que nos necesitan resuene siempre en este lugar».
La acción del Espíritu Santo en muchos peregrinos no cristianos
Dadas las circunstancias geográficas, esta llamada «se manifiesta también en muchos peregrinos no cristianos que acuden en busca de consuelo se hacen eco de testimonios similares. Algunos de ellos se curan de sus enfermedades y muchos encuentran paz y esperanza. Sin duda, el Espíritu Santo actúa también en ellos, respondiendo a la intercesión de María».
Pero el Prefecto precisa que esto «no debe considerarse como una forma de sincretismo o mezcla de religiones. El Santuario es un lugar donde se manifiesta la cercanía de María, que acoge a todos y demuestra el amor del Señor a quienes la contemplan. A quienes no pueden recibir los sacramentos de la Iglesia católica no se les niega el consuelo de la Madre de Jesús».
Tras recordar el «gran aprecio» del Papa Francisco por este lugar de fe, el cardenal Víctor Manuel Fernández valoró las «hermosas tradiciones que se atribuyen a los encuentros que la Virgen tuvo con muchachos pobres y enfermos en este lugar de culto. De este modo, se manifiesta visiblemente la ternura y la cercanía de María, a quien Jesús quiso legarnos como Madre de todos. Por su intercesión, Jesucristo derrama a menudo su fuerza y devuelve la salud a los enfermos».