El Vaticano ha publicado este sábado el mensaje del papa Francisco para la Jornada Mundial del Enfermo, que se celebra el 11 de febrero
El papa Francisco ha aprovechado su mensaje para la Jornada Mundial del Enfermo, que se celebra el próximo 11 de febrero, para arremeter duramente contra la cultura del individualismo, que exalta el rendimiento a toda cosa, olvida a quien no sigue ese ritmo y provoca soledad y abandono a los mayores y enfermos.
«Es necesario subrayar que, también en los países que gozan de paz y cuentan con mayores recursos, el tiempo de la vejez y de la enfermedad que se vive a menudo en la soledad y, a veces, incluso en el abandono. Es consecuencia, sobre todo, de la cultura del individualismo», afirma en el texto.
En este sentido, reconoce que esta lógica también está presente en opciones políticas, que no ponen en el centro de la dignidad de la persona y sus necesidades y no garantizan el derecho a la salud.
Pero fue más allá: «El abandono de las personas frágiles y su soledad también se agravan por el hecho de reducir los cuidados únicamente a servicios de salud, sin que estos vayan sabiamente acompañados por una alianza terapéutica entre médico, paciente y familiares».
Por eso, subraya, citando el Génesis, que no conviene que el hombre esté solo. «Dios la pronuncia al comienzo mismo de la creación y nos revela así el sentido profundo de su designio sobre la humanidad, pero, al mismo tiempo, también la herida mortal del pecado, que se introduce generando recelos, fracturas, divisiones y, por tanto, aislamiento», agrega.
Y añade: «Hermanos y hermanas, el primer cuidado del que tenemos necesidad en la enfermedad es el de una cercanía llena de compasión y de ternura. Por eso, cuidar al enfermo significa, ante todo, cuidar sus relaciones, todas sus relaciones; con Dios, con los demás —familiares, amigos, personal sanitario—, con la creación y consigo mismo. ¿Es esto posible? Claro que es posible, y todos estamos llamados a comprometernos para que sea así».
En el mensaje también hace referencia al sufrimiento y a la soledad que causan los conflictos armados: «La guerra es la más terrible de las enfermedades sociales y son las personas más frágiles las que pagan el precio más alto».