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Nicéforo Obama

Jornada de Oración por las Vocaciones 2024: «Dios sigue llamando, pero hace falta una respuesta generosa»

El domingo, 21 de abril, la Iglesia pide interrogarse por la llamada de Dios y acoger y acompañar las vocaciones nativas despertadas en los territorios de Misión

El próximo domingo, 21 de abril, cuarto de Pascua y dedicado al Buen Pastor, la Iglesia celebra la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones bajo el lema «Hágase tu voluntad. Todos discípulos, todos misioneros». Desde el año 2015, se conmemora de manera conjunta la Jornada de vocaciones nativas, por lo que tanto la Conferencia Episcopal —desde el nuevo servicio de Pastoral Vocacional—, como la Conferencia Española de Religiosos —CONFER—, Obras Misionales Pontificias —OMP— y la Conferencia Española de Institutos Seculares —CEDIS— están trabajando codo con codo en la preparación de los materiales, así como en la difusión de los mismos.

Así las cosas, esta mañana ha tenido lugar en la sede de la Conferencia Episcopal Española en Madrid la presentación de la Jornada ante los medios de comunicación, con la presencia del coordinador del servicio de Pastoral Vocacional de la CEE, Luis Manuel Romero, y del responsable de la sección de Jóvenes de Acción Católica General, Daniel Díaz-Rincón, así como con los testimonios del sacerdote diocesano de Ebibeyín —Guinea Ecuatorial— Nicéforo Obama y de Ana Cristina Ocaña, quien ha ofrecido su historia como laica consagrada.

Luis Manuel Romero ha sido el primero en tomar la palabra, subrayando que esta celebración tiene un triple objetivo: por un lado, «suscitar de nuevo en toda la gente, pero especialmente en los jóvenes, la pregunta por la vocación; en segundo lugar, invitar a la comunidad cristiana a acompañar estas vocaciones y pedir por ellas; y, por último, tomar conciencia y orar por las iglesias jóvenes y nativas en territorios de misión. «No rezamos solo por unas vocaciones concretas, rezamos por todas las vocaciones», ha manifestado. Porque, a su juicio, «de lo que no se puede dudar nunca es de que Dios sigue llamando», pese a que «falta respuesta y una respuesta generosa por parte de todos».  

Una de las llamadas de Dios encontró la acogida de Nicéforo Obama Eyene en su Guinea natal. «Desde que tuve uso de razón, lo primero que vi fue la Iglesia. A finales de los ochenta, se instaló en mi pueblo una comunidad de religiosas de la congregación de Carmelitas de la Caridad de Santa Joaquina de Vedruna. Me impresionó tanto su labor social y caritativa que no podía parar de preguntarme qué ganaban estas jovencitas que venían de España, dejando su tierra y su familia, para trabajar aquí. Nos entregaron un centro de salud, nos enseñaron a leer y a escribir, visitaban a los ancianos… Todo esto fue creando una inquietud y un interés en mi interior. Hasta que, en primaria, encontré que Jesús es quien da sentido a la vida y quien tiene las respuestas a los grandes interrogantes del ser humano. Por eso decidí ser sacerdote», ha explicado. «La Iglesia está un poco desaparecida, de fondo, en España, donde hay coberturas sociales, pero en mi país es la Iglesia la que está en primera línea dando la mano a los necesitados. En los territorios de misión, el sacerdote no solo se dedica a la catequesis y al culto, sino que hace todo lo que hoy hace el Gobierno en España. Por eso, apoyar una de estas vocaciones es ayudar a muchísima gente», ha concluido.

Obama ha recordado, además, que el número de vocaciones en su país está «aumentando exponencialmente», y cuentan ya con más de cien seminaristas. Actualmente, en Guinea hay cinco seminarios menores y un único seminario mayor —«diríamos que fundado por España, puesto que la diócesis de Ávila se ocupó de fundarlo y los sacerdotes traían los libros, eran los formadores, etc.», en palabras del sacerdote—. «El proceso de formación ha sido siempre impulsado por la Obra de San Pedro Apóstol, que depende del Papa, para apoyar las vocaciones nativas en territorio de las iglesias jóvenes. Porque, si tus padres no tienen para comer, ¿cómo van a sostener una vocación? Por eso, muchas vocaciones que surgen no pueden continuar. Si la familia no la puede sostener, la Iglesia es la que se ocupa», ha explicado.

Aunque se celebran el mismo día, la Jornada Mundial de oración por las vocaciones y la Jornada por las vocaciones nativas mantienen cada una sus propios objetivos. Mientras que, como hemos visto, la primera invita a cuestionarse por la propia vocación, la segunda busca sostener las vocaciones de especial consagración que surgen en los territorios de Misión, para que ninguna de ellas se vea frustrada por falta de recursos. Para ello, además del rezo, promueve la solidaridad y colaboración económica.

Por su parte, Daniel Díaz-Rincón ha contado cómo, desde el seno de una familia católica practicante, llegó a dirigir la sección de Jóvenes de Acción Católica General, dejando por el camino, y tras un gran discernimiento, su empleo como ingeniero químico. «Mi vocación como laico se ha traducido siempre en más sentido de vida y más felicidad. Una vida más feliz por hacer lo que Jesús quería en cada momento. Además, de forma muy natural y muy querida por mí, no como un compromiso», ha señalado, tras revelar cómo pasó un período de alejamiento de su parroquia hasta su verdadera conversión, a los 23 años. Ahora, se prepara junto a María, su novia, para el matrimonio, «como un discípulo misionero que dará a conocer el Evangelio desde donde esté. Y como futuro esposo de María, extender la vocación laical al matrimonio como una entrega profunda a la otra persona. Ambas dimensiones empiezan a crecer de forma madura en paralelo», ha agregado.

Por último, Ana Cristina Ocaña ha ofrecido su testimonio como laica consagrada desde hace más de veinte años: «Nuestra vocación es permanecer en un mundo, vivir como cualquier laico, ejercer una profesión, precisamente porque nuestra llamada es a estar en lugares donde la Iglesia a veces no puede llegar, pero los laicos sí llegamos. Nuestra vocación es no huir del mundo, sino elevar todas las realidades temporales a Dios. Luego, por otra parte, está la consagración de una vida completamente entregada a Cristo por pobreza y obediencia, pero una realidad no resta nada a la otra. Es una vocación de síntesis», ha detallado. La CEDIS está integrada en la actualidad por 79 institutos en toda España con diferentes carismas, pero compartiendo la misma vocación de secularidad consagrada. «Aunque pueda parecer a veces un poco complejo, somos 100% laicos y a la vez 100% consagrados. Podríamos pensar que es 50% y 50%, pero las matemáticas de Dios no funcionan así», ha indicado Ocaña.

Según ha informado la CEE, entre los materiales disponibles para esta Jornada se incluye la Semana de oración vocacional, mientras que la parte indicada para niños cuenta como texto base el mensaje del papa Francisco con motivo de la I Jornada Mundial de la Infancia, que se celebrará los próximos 25 y 26 de mayo en Roma. Por último, se ha creado una página web —de la que la propia Ana Cristina Ocaña es responsable— para la celebración de estas fechas —www.paraquiensoy.com— en la que se pueden encontrar 16 testimonios de las distintas realidades sociales donde surgen las vocaciones en vídeos muy cortos y accesibles, así como materiales, subsidio litúrgico, catequesis, carteles y estampas.

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