El arzobispo José Ángel Saiz Meneses da la enhorabuena «a Aznalcóllar, al alcalde y al párroco, que tanto están luchando por recuperar la mina, a todas las familias, al pueblo entero».
La prosperidad vuelve a llamar a la puerta de Anazcóllar. Y la Iglesia se regocija. La localidad sevillana avanza en la recuperación de su principal actividad y fuente de trabajo tras otorgarle la Junta de Andalucía la Autorización Medioambiental Unificada a la sociedad Minera Los Frailes, encargada del proyecto de la nueva mina de Aznalcóllar.
La Archidiócesis de Sevilla se sumó a la alegría de los aznalcolleros, reflejando en su web la reacción de su arzobispo, monseñor José Ángel Saiz Meneses, a través de su cuenta en X @ArzobispoSaiz: «Enhorabuena a Aznalcóllar, al Alcalde y al Párroco, que tanto están luchando por recuperar la mina, a todas las familias, al pueblo entero. La Acción de Gracias a Dios será una celebración solemne en la #Catedral, y también daremos las gracias a todas las personas que han colaborado en el proyecto».
Ilustra el texto una fotografía de agosto de 2023 en el que el arzobispo aparece acompañado del párroco de Nuestra Señora de la Consolación de Aznalcóllar, Ignacio del Rey, y el alcalde de la localidad, Juan José Fernández. En aquel encuentro, el arzobispo acogió la petición del alcalde de celebrar una acción de gracias en la Catedral cuando todo el proceso llegue a buen puerto.
«Recuperar la dignidad que da el trabajo»
Del Rey mostró su satisfacción en otro mensaje en X: “Aznalcóllar es un pueblo minero de gente buena que lleva años luchando por recuperar la dignidad que da el trabajo. ¡Dios nunca defrauda! Todos juntos, los pies en la tierra, ¡los ojos en el Cielo y unidos en la esperanza!”.
En declaraciones para los medios diocesanos, del Rey subrayó que, “la Iglesia, que constantemente nos llama a la comunión, también nos lanza a la misión de acompañar. En Aznalcóllar, el pueblo con más paro de la provincia de Sevilla, no solo esperamos la apertura de la mina por los puestos de trabajo directos que ésta ofrezca, que también, sino por la reactivación de la vida social del pueblo”.
El párroco de Aznalcóllar dijo que, “el municipio necesita movimiento en sus calles, reducir la conflictividad que provoca la droga, crear seguridad a las pequeñas empresas, promover la inversión de hosteleros y comerciantes, es decir, recuperar el ambiente alegre y natural de un pueblo que con dignidad vive de su trabajo. El empleo dignifica al hombre, algo que la Doctrina Social de la Iglesia afirma con rotundidad. Por ello, este pueblo espera verse muy pronto dignificado por todo lo que supone, directa e indirectamente, el reinicio de la actividad minera”.