Solicitan, además, que se ponga en marcha un plan integral y coordinado de atención y acogida para evitar escenas como las que se han visto en el aeropuerto de Barajas
Los tres obispos de las diócesis que conforman la provincia eclesiástica de Madrid —cardenal José Cobo (Madrid), Ginés García Beltrán (Getafe) y Antonio Prieto (Alcalá de Heneras)— han publicado este jueves una nota conjunta en la que denuncian las trabas en la acogida de los migrantes que llegan a esta región y plantean una regularización extraordinaria.
«Ante el forzoso limbo jurídico en que se mantiene a las personas desplazadas durante varios años, dificultando su acceso al mercado laboral en plenitud de derechos y deberes, planteamos que se estudie una regularización extraordinaria, como han propuesto múltiples organizaciones tanto civiles como eclesiales», sugieren en el punto cuarto de la misiva.
En la pasada legislatura, numerosas organizaciones sociales y el partido Por un mundo más justo, con el apoyo de la Conferencia Episcopal, lograron reunir las firmas necesarias para llevar al Congreso de los Diputados una Iniciativa Legislativa Popular para la regularización. Sin embargo, el adelante electoral de julio de 2023 dejó en pausa las propuestas, que deberá ser recuperada en el actual periodo.
Antes, denuncian que desconocen si se ha desplegado un plan de intervención entre las administraciones para evitar lo que sucedió en el Aeropuerto Suárez Madrid-Barajas hace unas semanas. También las condiciones del Acuartelamiento Primo de Rivera, en Alcalá de Henares, donde, dicen, hay personas privadas de facilidad de movimientos, sin la higiene mínima y acceso a ropa o que son expulsadas sin alternativa habitacional. Y consideran «imprescindible un plan integral y coordinado de atención y acogida»
Del mismo modo, muestran preocupación por el Centro de Internamiento de Extranjeros de Aluche y reiteran las dificultades de los migrantes para acceder a una primera cita para solicitar la protección internacional o asilo y las complicaciones para renovar la documentación.
Finalmente, recomiendan una vez más que se aborden vías de entrada a nuestro país seguras, ágiles y regulares que eviten el sufrimiento y las descohesión social. «Sabemos que la migración es un signo de nuestro tiempo y una oportunidad para nuestra sociedad», dicen, antes de hacer una llamada al agradecimiento, a la esperanza y al compromiso.
«Nuestra sociedad y nuestra Iglesia madrileñas se encuentran ante una oportunidad histórica de acoger, proteger, promover e integrar a las personas migradas. La experiencia de buenas prácticas de acogida y hospitalidad que ya estamos llevando a cabo en las tres diócesis de la provincia eclesiástica nos muestran el enriquecimiento que estas buenas prácticas suponen para la sociedad y para la Iglesia», concluyen