El obispo promotor del Apostolado del Mar, Luis Quinteiro, señala, además, la necesidad de cuidar los mares, «tan importantes para nuestra economía y nuestra subsistencia en general»
Como cada 16 de julio, coincidiendo con la festividad de Nuestra Señora del Carmen, la Iglesia celebra el Día de las gentes del mar, una jornada que este año sigue centrada en el cuidado de aquellos que trabajan en este entorno, pero también en la protección de los mares.
«En el contexto actual de graves problemas medioambientales y de una persistente falta de consideración por las necesidades y los derechos de la gente de mar, especialmente en algunos países, María nos llama a cuidar de los mares y a cuidar de sus gentes. La contaminación de los mares es un problema acuciante, la asistencia a la gente de mar una demanda constante», explica el obispo promotor del Apostolado del mar, Luis Quinteiro, en un mensaje.
En este sentido, el prelado afirma que es «de suma urgencia que todos seamos conscientes de que debemos cuidar de los mares, tan importantes para nuestra economía y nuestra subsistencia en general».
Y agrega: «Hay que hacer también énfasis especial en el cuidado de la gente de mar, de aquellos que con su trabajo hacen posible tanto la pesca como el transporte de la mayor parte de mercancías que consumimos en todo el mundo».
Presencia en todos los puertos
Por eso, ha recordado Stella Maris se plantea como tarea urgente su presencia en todos los puertos y lugares de la costa y pide a los agentes de pastoral implicados —sacerdotes, diáconos, religiosos, voluntarios— para que se esfuercen en atenderlos espiritual y humanamente.
«Exhortamos a las autoridades civiles nacionales e internacionales a emplear todos los medios humanos y económicos en la preservación de los mares», concluye.
