Bartolomé I, patriarca ecuménico de Constantinopla, ha terminado su viaje a España, donde ha estado desde el pasado sábado para celebrar el 50 aniversario de la iglesia de San Ándrés y San Demetrio, hoy catedral, y de los 20 años de la creación de la metrópolis de España y Portugal, con una visita a la sede de la Conferencia Episcopal Española (CEE).
Un encuentro en el que ha dejado dos mensajes muy concretos, en línea con sus manifestaciones públicas durante los últimos días: la promoción del diálogo entre los cristianos y un llamamiento a la paz en todo el mundo, especialmente en Oriente Medio y Ucrania.
«Aprovechamos la ocasión para renovar nuestro reciente, sentido y ferviente llamamiento en favor de la paz en Oriente Medio. Esta región, que no solo es para nosotros los cristianos una Tierra Santa, sino también sagrada para las tres religiones abrahámicas, se ve empañada por tragedias horribles y sufrimientos», ha subrayado.
Por esto, ha añadido: Comprometámonos a fomentar la paz y la justicia en Oriente Medio, pero también en Ucrania y en todo el mundo». Con estas palabras ha concluido su intervención ante los periodistas en la sala de prensa de la Casa de la Iglesia, una alocución que ha dividido en dos partes: un saludo en italiano y un comunicado en inglés.
El líder ortodoxo fue recibido en torno a las 10:45 horas por el vicepresidente de la CEE, cardenal Carlos Osoro, y el secretario general, César García Magán. También han estado presentes el nuncio en España, Bernardito Auza; el arzobispo de Madrid, cardenal José Cobo; el arzobispo castrense, Juan Antonio Aznárez; el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández; el obispo de Cuenca, José María Yanguas; el obispo de Getafe, Ginés García Beltrán; el obispo auxiliar de Madrid, Jesús Vidal; y el obispo emérito de Almería, Adolfo González Montes.
La representación de la CEE la han completado el vicesecretario para Asuntos Generales, Carlos López; y el director del Secretariado de la Subcomisión Episcopal para las Relaciones Interconfesionales y el Diálogo Interreligioso, Rafael Vázquez. Al patriarca lo han acompañado, entre otros, Bessarión, metropolita de España y Portugal; Emmanuel. metropolita de Calcedonia; Lemmos, metropolita de Ierotheos; Demetrios, metropolita de Francia.
Además de la petición de paz en el mundo, Bartolomé ha reivindicado el diálogo entre la Iglesia católica y la ortodoxa, un diálogo que es una realidad no solo a nivel teológico, sino también en el nivel de la fraternidad. «El diálogo de la fraternidad es quizás más importante que el teológico», ha añadido.
Diálogo con la Iglesia católica
También ha reconocido que el diálogo bilateral entre las dos Iglesias es «un faro de esperanza y una demostración de nuestro compromiso con la unidad, la comprensión y la reconciliación cristianas».
«A través del diálogo, durante más de 50 años, hemos realizado progresos extraordinarios, tendiendo puentes de acercamiento, en lugar de erigir muros de separación, y superando diferencias eclesiales y controversias teológicas seculares. Los pasos que hemos dado juntos son un compromiso irreversible que nos inspira en nuestro camino común hacia la plena comunión eclesial», ha explicado.
Asimismo, espera que el próximo aniversario del Concilio de Nicea, del que se van a cumplir 1700 años, traiga como fruto que católicos y ortodoxos celebren la Pascua juntos.
Y ha puesto en valor el trabajo del Patriarcado Ecuménico, que «siempre ha desempeñado un papel crucial, abogando por el diálogo, fomentando el entendimiento y defendiendo los principios fundamentales del amor y la unidad que están en el centro de nuestra búsqueda ecuménica compartida».
Bartolomé se ha despedido diciendo que era un amigo de España y ahora lo es todavía más e invitando a los periodistas a hacerse una fotografía con él.
Oración en la capilla, discursos e intercambio de regalos
Antes del encuentro con la prensa, Bartolomé ha firmado el libro de honor de la CEE, ha participado en una oración en la capilla de la sucesión apostólica, donde ha recibido una explicación de la misma por el director del Secretariado de la Subcomisión Episcopal para el Patrimonio Cultural, Pablo Delclaux.
En la sala de la Comisión Permanente, las dos delegaciones se han reunido durante unos minutos y se han entregado regalos. La CEE ha entregado un libro en blanco con la encuadernación especial de los libros litúrgicos de la Iglesia ortodoxa en España, páginas que simbolizan la decisión de la CEE de editar estos libros en nuestro país, según ha informado la Oficina de Información de la Conferencia Episcopal.
En esta reunión, el cardenal Osoro ha tomado la palabra para recalcar que son mucho los ámbitos de colaboración entre la Iglesia católica y las Iglesias ortodoxas del Patriarcado Ecuménico. «Es nuestro deseo sincero seguir estrechando nuestros lazos de unión en todo lo que nos sea posible, para ser ante el mundo testigos de unidad y de diálogo, de manera que el mensaje de Jesucristo sea más creíble gracias al testimonio de la comunión», ha dicho.
