Tras la oración mariana, el Pontífice ha pedido a la comunidad internacional que actúe con firmeza para que se respete el derecho humanitario en los conflictos
El papa Francisco ha reflexionado este domingo, antes del rezo del ángelus, sobre el Evangelio del día, que presenta al Verbo hecho carne que ha venido al mundo para iluminarlo y darle sentido. «Nos recuerda lo poderoso que es el amor de Dios, que no se deja vencer por nada, y que, más allá de obstáculos y rechazos, continúa resplandeciendo e iluminando nuestro camino», ha subrayado.
Así, ha dicho que ante los desafíos que se plantean, «Dios no se detiene nunca». Al contrario, «encuentra miles de modos para llegar a todos y cada uno de nosotros, allá donde nos encontremos, sin cálculos y sin condiciones, abriendo también en las noches más oscuras de la humanidad ventanas de luz que la oscuridad no puede cubrir».
Y ha continuado: «Es una realidad que nos consuela y que nos da valor, especialmente en un tiempo como el nuestro, un tiempo que no es fácil, donde hay tanta necesidad de luz, de esperanza y de paz, un mundo donde los hombres a veces crean situaciones tan complicadas que parece imposible salir de ellas. Parece imposible salir de tantas situaciones, ¡pero hoy la Palabra de Dios nos dice que no es así! Es más, nos llama a imitar al Dios del amor, abriendo destellos de luz donde podamos, con cualquiera que nos encontremos, en todos los contextos: familiar, social, internacional».
Así, ha lanzado una invitación a actuar, a colaborar con el en la apertura de ventanas luminosas de cercanía para los que sufren, también de perdón, compasión y reconciliación.
«Esta invitación resuena de modo particular en el Año Jubilar que acaba de comenzar, urgiéndonos a ser mensajeros de esperanza con simples pero concretos sí a la vida, con elecciones que aporten vida. Hagámoslo todos: ¡es este el camino de la salvación!», ha concluido.
Llamamiento por la paz
Tras la oración mariana, el Pontífice ha invitado a seguir rezando por la paz en Ucrania, Palestina, Israel, Líbano, Siria, Myanmar o Sudán. También ha pedido a la comunidad internacional que actúe con firmeza para que se respete el derecho humanitario.
«Basta de golpear a los civiles, basta de golpear las escuelas, los hospitales, basta de golpear los lugares de trabajo. No olvidemos que la guerra es siempre una derrota, ¡siempre!», ha subrayado.