Ha hecho un llamamiento a la transición pacífica en Haití y ha asegurado su oración por las poblaciones martirizadas por la guerra
El papa Francisco ha reflexionado este domingo, antes del rezo del ángelus, sobre la verdadera gloria, que no está en la fama y las riquezas, sino «en la entrega y el perdón», en definitiva, en la cruz.
«El Señor nos enseña que la gloria verdadera, la que nunca se desvanece y hace feliz, está hecha de entrega y perdón. Entrega y perdón son la esencia de la gloria de Dios», ha subrayado.
Para el Santo Padre, estos dos criterios son para los cristianos el camino de la vida, pero muy diferentes a lo que vemos a nuestro alrededor. «La gloria de Dios no corresponde al éxito humano, a la fama o a la popularidad; la gloria, para Dios, no tiene nada de autorreferencial, no es una manifestación grandiosa de potencia a la que siguen los aplausos del público», ha añadido.
En este sentido, ha dicho que la gloria mundana «pasa y no deja alegría en el corazón» y que no lleva al bien de todos, «sino a la división, a la discordia, a la envidia». En cambio, para Dios, la gloria «es amar hasta dar la vida». «Y esto —ha apostillado— sucedió de manera culminante en la cruz».
Dicho esto, ha concluido: «Recordemos, de hecho, que, cuando entregamos y perdonamos, en nosotros resplandece la gloria de Dios. Precisamente ahí: cuando entregamos y perdonamos. Que la Virgen María, que siguió con fe a Jesús en la hora de la Pasión, nos ayude a ser reflejos vivientes del amor de Jesús».
Haití, Ucrania, Israel, Palestina, Sudán…
Tras la oración mariana, Francisco ha tenido palabras para la situación en Haití, donde han sido liberados un profesor y cuatro de los seis religiosos secuestrados el 23 de febrero. Ha pedido la liberación para los dos restantes y ha hecho un llamamiento para que los actores políticos y sociales se comprometan en la búsqueda del bien común, sosteniendo una transición serena.
Asimismo, ha asegurado su oración por «las poblaciones martirizadas por la guerra: Ucrania, Palestina e Israel, Sudán». «Y no olvidemos a Siria, un país que sufre tanto por la guerra desde hace tiempo», ha concluido.