Católicos y científicos: Día del Libro 2019, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC
El 23 de abril es Día del Libro por ser la fecha en la que Cervantes fue enterrado. Sedice que también Shakespeare lo fue el mismo día. Son Varios los actos que se celebran hoy, en cuyo trasfondo ciencia y fe se dan la mano.
Por empezar por alguno, el Premio Cervantes 2019 se va a entregar a la poeta Ida Vitale, quien ha declarado que ‘El Quijote es un breviario para la vida’. Sobre el contenido del Quijote en cuanto a modo de transmitir la fe católica a través de la cultura se han escrito libros. En cuanto al alcalaíno Miguel de Cervantes (1547-1616), además de recibir religión en la escuela –estudió en un colegio de jesuitas- formó parte del séquito de cardenales, y combatió a los musulmanes en Lepanto. Precisamente en el Quijote se citan abundantemente verdades católicas con todo lujo de detalles, algo sólo posible para un buen conocedor y practicante de las mismas. En el Quijote y otras obras de Cervantes se expresa la fe de su autor, la fé católica tridentina, aquilatada de modo particular en su obra “Los trabajos de Persiles y Segismunda” y esbozada en múltiples ocasiones en El Ingenioso Hidalgo. Cuenta que en plena Batalla de Lepanto (7 de octubre de 1571), cuando Cervantes “…estaba malo y con calentura, y su capitán y otros muchos amigos le dijeron que, pues estaba enfermo, que se estuviese quedo abajo, en la cámara de la galera, y el dicho Miguel de Cervantes respondió que qué dirían dél… e que más quería morir peleando por su Dios y por su Rey que no meterse so cubierta”. Un compañero suyo de cautiverio en Argel, Antonio de Sosa, refiere que entre 1575-1580, Cervantes “…se ocupaba muchas veces en componer versos en alabanza de Nuestro Señor, y de su bendita Madre, y del Santísimo Sacramento, y otras cosas santas y devotas, algunas de las cuales comunicó particularmente conmigo, y me las envió que las viese”. Además perteneció a la Congregación de Indignos Esclavos del Santísimo Sacramento, y que en el lecho de muerte profesó en la Venerable Orden Tercera de San Francisco. Al morir (el 23 de abril de 1616) recibió los Santos Sacramentos. Se ha llegado a afirmar que las obras de Cervantes fueron un instrumento para la evangelización de primera magnitud, e incluso que abundó en citas y referencias religiosas al escribirlas pensando intencionadamente que así fuera. Resulta chocante que Ida Vitale diga lo que dice proviniendo de un país, Uruguay, donde se persigue a la Iglesia Católica de manera férrea y la masonería campa por sus fueros
Por otra parte hay indicios más que suficientes para admitir que Shakespeare profesó la fé católica. Ambas cumbres de la literatura universal, fervorosos creyentes.
En la biblioteca del Museo Nacional de Ciencias Naturales se muestra un magnífico libro escrito por el dominico Andrés Ferrer de Valdecebro, científico creyente del que ya hemos hablado en Ecclesia.
Para finalizar, dar noticia de un acto en el que participio, de entrada gratuita, donde presento el último libro en cuya realización he colaborado, dedicado al más quizás más insigne microbiólogo del siglo XX español, Julio Rodríguez Villanueva, de cuya fe y capacidad científica también hemos escrito en Ecclesia.