En el encuentro también ha participado el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, que ha mantenido previamente una reunión privada con el Pontífice. El obispo de Canarias, José Mazuelos, ha calificado la visita de «positiva»
A primera hora de este lunes, 15 de enero, el papa Francisco ha recibido en la biblioteca del palacio apostólico a los obispos canarios —obispo y auxiliar de Canarias, José Mazuelos y Cristóbal Déniz, y al obispo de la diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez— y al presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo. Una ocasión en la que los pastores han presentado al Pontífice los grandes desafíos migratorios que afronta el archipiélago. «Una visita positiva», según el obispo de Canarias, José Mazuelos, que espera que traiga consigo mayor apertura por parte del Gobierno central y de Europa.
Según uno de los informes entregados, elaborado por el Secretariado de Migraciones de la diócesis de Canarias, una gran preocupación son los menores y extutelados, a quienes hay que dar «la atención adecuada, promover su desarrollo integral, así como su inserción en la sociedad». «Urge —continúa— una estrategia conjunta de transición a la vida adulta para evitar que los proyectos vitales de estos jóvenes se vean interrumpidos al cumplir la mayoría de edad».
El texto denuncia que existen, además, muchos jóvenes que estuvieron bajo el cuidado de la Administración en su día y ahora se encuentran en situación de calle: «Es necesario evitar que la bolsa de extutelados se incremente y dar respuesta a los que ya se encuentran en esta situación».
Otro reto es la reagrupación familiar en Europa, pues, según los obispos canarios, «a Canarias llegan muchas personas que ya tienen familia en el territorio continental». Así, piden que se facilite esta reunificación, porque, además, provocaría «una disminución de la presión en los centros de atención y una menor dependencia de las administraciones públicas y entidades del tercer sector».
El tercer desafío es la mejora en la asistencia jurídica, que se concreta en una mejor formación de los letrados, la disponibilidad de espacios para entrevistas, así como medios y herramientas para desarrollar la asistencia «de una manera digna».
Auge de discursos xenófobos
A los obispos también les preocupan el racismo y el auge de discursos xenófobos y piden contrarrestar los mensajes alarmistas, «de miedo y odio». De hecho, desde el Secretariado Diocesano de Migraciones de Canarias se está trabajando en materiales audiovisuales de sensibilización.
También refieren la necesidad de asegurar la presencia de intérpretes suficientes y que hablen las lenguas maternas de las personas asistidas y finalmente que se establezcan vías regulares y seguras para que las personas puedan desplazarse sin poner en riesgo sus vidas.
Sobre esta última cuestión, señala el informe: «No se puede mantener como postura que se utilicen vías legales y seguras cuando estas, en la práctica, son inaccesibles. La obtención de visados en los países africanos se ha convertido en una maraña burocrática imposible de salvar. Además, se exige el previo pago, sea cual sea el resultado».
Los obispos canarios trasladaron al Pontífice que, en el año 2023, llegaron más de 40.000 migrantes a las islas y que se perdieron más de 6.000 vidas, 384 niños. Y que se produjeron 128 naufragios y que 80 embarcaciones están desaparecidas. Una tendencia que parece replicarse en el inicio de 2024. Las llegadas son «incesantes» y la situación parece que no cambiará, sobre todo, por la incertidumbre en Senegal, donde hay elecciones en febrero.
La inmensa labor de la Iglesia
El informe también muestra la respuesta de la Iglesia antes esta realidad a todos los niveles: Conferencia Episcopal, diócesis, parroquias y congregaciones religiosas. Una respuesta que se concreta en la acogida y en el trabajo con los más vulnerables: personas privadas de libertad, internos en el CIE
Se destaca en especial los proyectos compartidos entre el Departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española (CEE): los corredores de hospitalidad, para trasladar a jóvenes extutelados y otros colectivos vulnerables desde las islas a la península, y la Hospitalidad Atlántica, que promueve una red entre diócesis de diez países para salvar vidas, proteger a los migrantes y fomentar la cultura de la hospitalidad.
«Una visita positiva»
En declaraciones a COPE a la salida de la reunión, José Mazuelos, obispo de Canarias, ha afirmado que Francisco ha acogido el informe con ilusión. «El Papa está al día de esta realidad. Esta visita es positiva para poner luz y esperanza, para que Canarias no se encuentre sola. Que esta visita ayude a abrir puertas», ha añadido Mazuelos, que dirige sus peticiones al Gobierno de España y a la Unión Europea.
Por su parte, Bernardo Álvarez, obispo de Tenerife, ha reconocido que ha sido una visita «muy agradable», en la cual el Pontífice se ha interesado por todas las dimensiones de las migraciones y ha destacado, en especial, el encuentro privado que ha mantenido con el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, que le presentó una panorámica sobre la situación en las islas.